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Un monstruo americano: "Huye" toma forma



Cuando la mayoría del público oye el nombre Jordan Peele, piensa en la mitad del brillante dúo de Key y Peele y el protagonista de Keanu. Un actor conocido tanto por su escritura cómica como por su protagonismo en comedias de cine y televisión, Peele es igualmente dotado en trabajo de voiceover e imitaciones. Pero lo que muchos no advierten es que ese cerebro cómico y ganador del premio Emmy desde siempre ha sido fanático de un género de otro tipo. Su debut como director se produciría con Universal Pictures, el estudio que había inventado la película de monstruo de otro tipo, y sucedería con el socio de Universal en el terror, Blumhouse Productions de Jason Blum.

Peele, que se inició como escritor y actor en MADtv, siempre ha sido fanático de las películas de terror y cree que ese terror y comedia surgen de la misma fuente de inspiración...y que ambas se basan en nuestra necesidad de explorar lo absurdo de nuestra humanidad. Él aprecia el hecho de que tratamos nuestros problemas y temores a través de la experiencia visceral y catártica que se origina a partir de la risa o nos permite asustarnos. En síntesis, si podemos manejar las emociones, podemos avanzar por la experiencia.

El realizador comenta que esa tensión y liberación puede ser visceralmente satisfactorio para el público: “Por un lado, estás intentando reír, y por otro, estás intentando asustarte. Fue sorprendente para mí usar todo lo que he aprendido en comedia para mi género favorito, que es el thriller.”

Familiarizado con explotar el absurdo a partir de la realidad, cuando comenzó el guión, Peele trazó una premisa que era terrorífica y hacía un comentario social por partes iguales. El resultado fue Get Out, un thriller provocativo que combinó humor, sátira y terror...y no temía abordar el estado actual de las relaciones entre razas en América. “Esta idea surgió de mi deseo de contribuir algo a los géneros del thriller y del terror que era exclusivo para mi voz", expresa. “El hecho de que aborda la raza entra en un área que he trabajado mucho, que es la comedia. Esta fue una película que refleja mis temores reales y temas que he manejado antes."


Peele imaginó un protagonista llamado Chris, un fotógrafo y artista afroamericano en la ciudad de Nueva York que lleva su relación con su novia caucásica al siguiente nivel conociendo a sus padres durante un largo fin de semana. Ni bien llega Chris a la casa rural de la familia en el norte, comienza a sospechar que nada es lo que parece. Cuando descubre que varios hombres negros han desaparecido en ese suburbio, su sospecha resulta más que una paranoia infundada. Lo que comienza un fin de semana mundano y obligatorio escala y se desarrolla hacia una conclusión loca, horrorosa, emocionante, aterradora y a la vez divertida.

El realizador admite que disfruta de jugar con las expectativas del público acerca de lo que podría suceder y poner una conclusión precedente. “Una gran parte de la premisa de Get Out es que tienes una chica blanca que lleva a casa un chico negro, y no ha tenido en cuenta todas las ramificaciones sociales de esta situación", señala Peele. “Ella supone que su familia lo va a aceptar. Así resulta, pero hay cierto trabajo más sutil en la obra que comenzamos a ver como parte de algo mucho más siniestro.”

Esta serie de momentos no demasiado correctos hacen que Chris sospeche cada vez más se despliegan lentamente. Ya sea por curiosidad acerca del extraño comportamiento de la ayuda Armitage -o sentimiento como que entró en otro mundo durante la celebración anual de la familia de su fallecido abuelo- Chris advierte que no es el único que se está volviendo loco. “El truco era asegurarnos que nada tan enloquecedor sucediera tan rápido que no creyéramos que los personajes pudiera estar en esta situación”, revela Peele. “El elemento que comienza a alarmar a Chris es conocer a quienes ayudan, y descubrir que están un poco mal. “No son como cualquiera que haya conocido.”

Aun así, el escritor/director dice que era de vital importancia para el héroe del thriller nunca hacer algo que el público no haría. "Odio eso en una película", se ríe Peele. “En especial en un thriller, cuando deseas que algo simplemente levante el teléfono, llame a los malditos policías y salga de la casa. Eso es lo que le permite ser a Chris: un ser humano real, inteligente y lógico porque es tan gratificante.”

Como hacen las más provocativas de las ofertas de terror –desde la exploración de Dawn of the Dead de George Romero acerca de la era de altura de Vietnam hasta el examen de The Last House on the Left de Wes Craven acerca de la naturaleza inherentemente violenta de los humanos- Get Out saluda al público con una provocación que es mucho más que un simple entretenimiento. “Esta película trata acerca de muchas cosas”, expresa Peele. “Acerca de la forma que Estados Unidos lidia con la raza y la idea de que el racismo es un demonio; es un monstruo estadounidense. También acerca de la noción de descuido y la idea de que, si nos permitimos hacerlo, los humanos pueden mantenerse al margen mientras ocurren atrocidades.” Él sintió que era crítico para explotar el género y analizar cómo la raza puede tener un impacto sobre el terror. “Es una conversación importante.”

Si bien muchos habrían esperado que el multitalentoso artista hiciera este debut teatral con su comedia física liviana, Peele sabía que deseaba que Get Out fuera su incursión en la dirección. “Escribir y dirigir son más fáciles que no hacer ambas”, dice. “La belleza reside en que se hacen en momentos distintos, así que no tienes que superponer la responsabilidad. Es una gran ventaja sentir la confianza de cambiar algo en el escenario, y saber que no te estás perdiendo la intención del director."


Para ayudar a llevar a su guión a la pantalla grande, Peele y los experimentados productores Sean McKittrick y Edward H. Hamm Jr. -que han guiado a muchos actores para hacer su debut como directores, incluido Jason Bateman en la ingeniosa Bad Words- pasaron a producir al maestro Jason Blum, que ha reinventado el género desde que guió a Paranormal Activity a niveles sorprendentes. Su último proyecto, Split, del escritor/director/productor M. Night Shyamalan, recientemente estuvo Nro. 1 durante tres semanas en los rankings de taquilla, y el acuerdo de distribución que Blum tiene con Universal le ofreció a Peele su punto de entrada en la distribución en cines.

Blum reflexiona sobre su motivo para desear unirse a Peele en este viaje: “Jordan es una combinación única de alguien que es increíblemente talentoso y colaborador. Veo cada película de terror y leo cada guión de terror y nuca vi algo como esto. En cuanto a Jordan haciendo la transición, creo que hay muchos paralelos entre la comedia y el terror; son dos tipos de géneros en los que las personas tienen reacciones físicas en el cine. La sincronización de la broma y el susto, así como la forma en que construyes ambos en una película, son muy similares. La combinación de eso y la forma en que Jordan habló sobre Get Out me dio confianza para probar suerte en esta película."

McKittrick primero se conectó con el escritor/director a través de un amigo en común: “Tengo que agradecerle a Keegan-Michael Key, que me presentó a Jordan, principalmente porque Jordan está obsesionado con las películas de terror. Me tiró la idea para Get Out, y nunca había escuchado nada como esto. Ya sean The Stepford Wives o Rosemary’s Baby, la mayores formas del terror descubren el comentario social que se filtra debajo de la superficie de nuestra sociedad. Dije de inmediato: “Tenemos que hacer esta película sin lugar a dudas.”

El productor, que ganó experiencia en la industria produciendo el clásico de culto Donnie Darko, estuvo más que impresionado con el floreciente talento como director que encontró el Peele. McKittrick elogia: “Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido. Jordan es increíblemente trabajador y sabe exactamente lo que está haciendo. La comedia y el terror son primos tan cercanos que el era un maestro de esto antes de haber entrado. Estudió terror toda su vida.”

Blum es el primero en admitir que le atraen las películas que son mucho más lineales que serias. “Get Out te asusta como una gran película de terror, pero hay más en ello,” reflexiona. “Me recordó a lo que hicimos con The Purge, que es una franquicia de terror, thriller y acción, pero que también dice algo sobre nuestra sociedad. Get Out funciona en una forma similar porque brinda todo lo que deseas de una gran película del género, pero también dice mucho sobre el mundo. Jordan ha imaginado una forma terrorífica de echar luz y hablar sobre la raza...luego lleva esto a un nivel que es grotesco. La historia descoloca porque estás convencido de que vas a ver determinados eventos desarrollarse en la forma en la que estás acostumbrado; y de hecho, se desarrolla en el sentido exactamente contrario."

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