Las risas llegan al por mayor gracias a la experiencia y habilidad de Rowan Atkinson con la comedia física, la historia es predecible pero el viaje es muy divertido.
Cuando un ciberataque revela la identidad de todos los agentes secretos en activo de Reino Unido, Johnny English se convierte en la única esperanza del servicio secreto. Para para encontrar al hacker, esto fuerza su regreso después de retirarse, pero como sus habilidades son bastante limitadas English tendrá que esforzarse para superar los desafíos tecnológicos de la era moderna.
La intención de la cinta es hacernos reír y lo logra sin problemas, entre el talento de su protagonista y un guión creativo, nos encontraremos pasando de una escena a otra con momentos para risas o carcajadas.
La trama en realidad es simple, el villano a quien debe atrapar el agente se ubica desde el comienzo e incluso Johnny descubre la verdad a mitad de la película. Pero la historia no tiene su peso en ello, el resto de los personajes cumplen la función, bien ejecutada, de servir para el protagonista.
El humor físico es la constante, y aunque para muchos podría parecer como un recurso sencillo, es porque no han descubierto el talento que Atkinson tiene para ellos. Lo que podria parecer sin gracia para otros, él logra darle un toque con el cual al menos tendrás una sonrisa por toda la duración del filme. Uno de los detalles de este agente es que prefiere usar aquello de la vieja escuela, desde las armas ocultas en objetos comunes hasta automoviles antiguos y no usar celular. La excusa encaja perfecta en la trama y ofrece con ello momentos incomodos y graciosos.
Su debilidad viene a la vez en ese detalle de poner al actor al frente, el resto se muestra unidimensional muchas de las ocasiones. En favor de las risas, Emma Thompson, no pasa de una nota en la cual escriben su personaje, incluso el villano o el resto de los espías cruzan un poco el limite de la caricatura.
Sin embargo nuestras expectativas van directo a la comedia, se agradecería una historia más firme pero lo que nos entregan es lo suficiente para mantenernos atentos, aunque adivinemos lo que va a pasar. Pero el ingenio en que los momentos graciosos están fabricados logran convencernos y mantenernos en el asiento sin problema.
Calificación: 85 puntos
Por Luis