El Contador 2: Ben Affleck y Jon Bernthal platican sobre la secuela
- DroideTV
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El Contador 2 ya está en cines y es la secuela del éxito de 2016 El contador, reúne al director Gavin O’Connor, al guionista Bill Dubuque con los productores Lynette Howell Taylor y Mark Williams.

En El Contador 2, Christian Wolff (Ben Affleck) tiene un don para resolver problemas complejos. Cuando asesinan a un viejo conocido —quien deja un mensaje críptico para “encontrar al contador”—, Wolff se siente obligado a resolver el caso. Al darse cuenta de que se necesitan medidas más extremas, Wolff recluta a su hermano, de quien está distanciado y es muy letal, Brax (Jon Bernthal), para que le ayude. En colaboración con Marybeth Medina (Cynthia Addai-Robinson), subdirectora del Tesoro de Estados Unidos, descubren una conspiración mortal y se convierten en objetivo de una red de asesinos despiadados que no se detendrán ante nada para mantener sus secretos enterrados.
Cuando Christian Wolff entra a la historia, lo vemos —tal vez, sorprendentemente— participando en una especie encuentro de citas rápidas. Para Ben Affleck, la idea no estaba tan fuera de lugar como podría parecer. “Creo que Chris se siente un poco solo. Quiere tener una conexión humana, incluso una relación romántica, pero no se siente cómodo con descubrir cómo hacerlo exactamente. Sin embargo, no tiene miedo de intentarlo, y eso me gusta mucho. Creo que es algo hermoso que alguien, aunque le resulte difícil, se expone. Gracias a la primera película, entablé relaciones con personas que me aportaron una comprensión más profunda y amplia de este personaje. Me sentí realmente afortunado en ese sentido, y me entusiasmó llegar a la secuela porque sentí que comprendía aún mejor a este tipo la segunda vez”.
Lynette Howell Taylor afirma: “Las personas no se definen por un aspecto de su personalidad o por un diagnóstico, y eso se aplica igualmente a alguien neurodivergente. Las personas crecen y cambian. Me parece que Ben, junto con Gavin y Bill, llegaron a esta película bajo ese entendimiento y con el deseo de retratar a un personaje que está en evolución”.
“Lo que amé del enfoque de Ben”, observa O’Connor, “fue que se centró en los pequeños detalles de comportamiento, sin intentar hacer nada demasiado grande ni demasiado llamativo, manteniéndolo todo moderado y honesto”. Cuando Marybeth le comunica a Christian el asesinato de Ray King, “creo que le mueve mucho”, dice Affleck. “Pasó años ayudando a la carrera de Ray y le tenía mucho cariño. Ray intentaba averiguar qué le había pasado a esa mujer y a su familia, pero cuando se acercó a la verdad, gente con mucha maldad se dio cuenta de que husmeaba de más y lo asesinan. Pero Ray averiguó lo suficiente como para saber que, si conseguía que Christian se hiciera cargo, muy probablemente resolvería el caso. Por lo que el último acto de Ray es intentar llamarlo y eso detona en Christian con un fuerte sentido de la responsabilidad y la obligación”.
Hay algo más que atrae a Christian al caso. Entre las pistas que Ray hay una fotografía de la familia Sánchez: Edith, su marido Gino y su hijo Alberto, que ahora tendría 13 años. Affleck explica: “Christian se identifica de alguna manera con la foto de este niño, aunque no lo conozca. Ve algo en la foto que resuena en él, lo que hace que Chris sienta una fuerte atracción hacia este niño y le impulsa aún más, aunque se mantiene bastante opaco y no revela mucho.”
Christian y Marybeth inician una colaboración para resolver el asesinato de Ray y, por extensión, el caso en el que trabajaba. A medida que la conspiración se profundiza, se dan cuenta de que necesitan más personal. Marybeth sugiere contactar con el FBI. Chris tiene una idea diferente.
Entra Braxton. Jon Bernthal dice: “Brax hace lo suyo para construir su carrera, que se toma extremadamente en serio, y recibe una llamada inesperada de Chris diciendo: ‘Necesito tu ayuda’. Desde el principio queda establecido que Brax ha sido quien se ha acercado a su hermano a lo largo de los años. Nunca lo admitiría, pero Brax es una persona muy solitaria. Y la única persona que puede llegar a entender quién es y cómo hablar su idioma es su hermano. Entonces, cuando Chris llama, es enormemente frustrante porque creo que Brax considera que toda su infancia fue ayudar a su hermano, sacándolo de malas situaciones. Y aquí va una vez más, su hermano sólo llama para pedir su ayuda. Pero Brax hace lo que siempre hace y toma el primer vuelo disponible para ir a ver a su hermano. Sin hacer preguntas”.
“Sabía que Brax debía evolucionar más allá de la primera entrega”, afirma O’Connor. “Es alguien tan desconectado de la humanidad como Chris, tan solo y necesitado de amor como Chris... y tan violento como Chris. Pero, aunque Brax esté haciendo algo malo, hay un sentimiento de buena voluntad que Jon aporta al personaje. Su interpretación de Brax tiene una vulnerabilidad ineludible”.
Affleck añade: “Brax tiene el atractivo clásico de ese tipo de personaje impulsivo y despreocupado que también es bastante bribón. No puedes evitar que te caiga bien y te encuentras tratando de entender por qué te cae tan bien si sabes que es alguien que se gana la vida matando gente. Jon tiene tanto talento y es tan inteligente que se metió de lleno en el papel. Fue un placer trabajar con él cada día”.
La admiración es mutua. Bernthal afirma: “Lo que pasa con Ben es que, no sólo es un actor brillante, sino también una persona enormemente inteligente, vulnerable, sensible y amable. La primera vez, no pudimos pasar mucho tiempo juntos, pero esta vez sí, y realmente creamos un vínculo. Desde el principio nos sentimos cómodos y compenetrados, tanto frente como detrás de las cámaras”.