Dragones, magos, princesas, mundos fantásticos son la constante en los libros de Karime Cardona Cury, originaria de Guadalajara con quien ya hemos platicado en anteriores ocasiones y esta vez decidimos actualizarnos en sus publicaciones.
¿Cómo fue el proceso creativo para Destino Salamandra?
La idea de Destino Salamandra surgió por mi amor a los dragones. Quería hacer una historia donde fueran los protagonistas, de una manera diferente. Casi siempre son los villanos, así que pensé fusionar las distintas mitologías, creando dragones con la majestuosidad de las criaturas que aparecen en los mitos Europeos, con la sabiduría de los dragones de Oriente (e incluso de México). Originalmente pensé en basar la historia en una Europa medieval, pero al final concreté la idea en un mundo diferente, donde existiera un pacto entre dragones y humanos: los dragones al elegir a su jinete le otorgarían parte de su poder elemental, mientras que a cambio, el jinete le daría al dragón algo de su humanidad. Hay algunas otras sorpresas relacionadas con los dragones para que los lectores las descubran.
¿Qué hubo detrás de la creación de Arcontes?
Varios mitos y leyendas urbanas con las que crecí. Esas historias de fantasmas y apariciones que nos contaban los abuelos. Las leyendas de seres que aparecían en la noche y se llevaban a los jóvenes infieles, o que atacaban a los hijos mal portados.
Mis arcontes son personas con la habilidad de ver este mundo invisible. Su poder viene de nacimiento, pero se intensifica con un medallón especial que todos los arcontes cargan consigo. Además, hay dos clases principales de Arcontes: los oscuros (que se dedican a luchar contra entidades demoniacas) y los de luz, (que guían a los espíritus perdidos hacia la luz). La historia se desarrolla en Guadalajara, y comienza con un misterio: alguien está matando a los arcontes de luz y desapareciendo a los de oscuridad. La mayoría de las víctimas son jóvenes, y son precisamente los protagonistas Aarón (arconte oscuro) y su hermana Helena (arconte de luz) quienes van a investigar este misterio con sus amigos.
¿Qué es lo que más disfrutas de crear historias?
Todas las posibilidades que se abren cuando estás creando una historia, detallando un universo diferente, que puede caber en la vida cotidiana o no. El meterte en la historia, y empezar a ver a los personajes como seres reales, perderte en las letras y vivir lo que estás creando. Es muy padre.
¿Cuándo comenzó tu interés por escribir?
Desde pequeña. Me gustaba crear historias; agarraba una revista y fingía que leía lo que había ahí, pero en realidad lo estaba inventando. Empecé contando historias derivadas de los cuentos que me gustaban, y más tarde, empecé a anotar en un cuaderno todas las ocurrencias que tenía. Ya en la secundaria decidí escribir “una historia larga”, y me sentaba todas las tardes después de hacer la tarea, a conformarla. Desde entonces, escribo casi todos los días.
Específicamente en el género de fantasía, ¿qué retos te presenta crear mundos tan vastos y que bondades tiene respecto a otros géneros?
La ventaja de los mundos fantásticos es que puedes reinventar la realidad y crear tus propias reglas: aquí se debe ser cuidadoso, para crear reglas coherentes y explicarlas a tu lector. El límite es tu imaginación, pero siempre cuidando no expandirte o divagar fuera del tema central. Ahí está tanto la libertad como el reto.
¿Puedes platicarnos del proyecto Magická? Y ¿qué es lo que más has disfrutado de él?
Magická es una novela que ganó el premio FENAL-Norma en 2013. Crearla fue un tanto complicado en su momento, ya que estaba cursando la universidad, y tenía poco tiempo para escribir. La idea nació de un viaje escolar que hicimos al Teatro Degollado, y ahí se me ocurrió lo que en esa época fue el primer capítulo. Más adelante, la historia sufrió varios cambios de enfoque, hasta que lo adapté para que fuera una historia juvenil. Cuando vi la convocatoria del premio Norma, pensé de inmediato en ella. El problema era que Magická tenía 350 páginas y sólo podía mandar una historia de 200 páginas. Así que adapté lo que sería la “primera parte”, y reservé el resto para una segunda y tercera parte, en caso de que ganara. He disfrutado mucho esta historia, porque me ha acercado a los lectores como ninguna otra. Al hablar con los chicos de secundaria, puedo ver cómo la historia ha influido en sus vidas, escuchar sus preguntas y desmenuzar todas las partes de la novela. Es genial. Ahora estoy ofreciendo en wattpad Magická 2, debido a la contingencia. De hecho, Editorial Norma tiene también Magická 1 en su catálogo de libros electrónicos compartidos para ayudar a los chicos de secundaria que lo llevan en Plan Lector. Así que si gustan leerlas las dos, estarán en línea unos días.
¿Quiénes son tus autores favoritos?
Tengo varios; han ido aumentando conforme voy conociendo más historias. Al principio eran Julio Verne y Edgar Allan Poe. Más adelante se les sumaron J.K. Rowling, Stephen King, Neil Gaiman, Laura Gallego, Toño Malpica, Jaime Alfonso Sandoval, Óscar de Muriel, Laini Taylor, Marissa Meyer, Holly Black, Stephanie Garber, etc.
¿Ser escritora cambió de alguna manera tu perspectiva como lectora?
Sí, porque comienzas a fijarte en diversos aspectos de la obra: desde la ortografía, redacción, coherencia interna de la historia, hasta cosas más detalladas como el estilo de cada escritor, la manera en que plantea su historia, entreteje la trama, qué tan bien logrados están los personajes. Esto me ayuda por un lado a disfrutar más algunas historias o a rechazar las que creo que fracasaron en alguno de estos aspectos. Pero sobre todo, me sirve para aprender de otros escritores.
¿Cómo es tu relación con tus lectores y que disfrutas de esa interacción?
Procuro ser abierta con los lectores, interactuar con ellos a través de las redes sociales. Acepto preguntas, críticas, dudas, reclamos. Es muy padre poder hablar con alguien que ya leyó lo que escribiste (y da un poco de nervios también).
¿Te gustaría agregar algo más?
Que aprovechen en este tiempo las oportunidades que de ordinario no tenemos. Es un tiempo extraordinario, triste; pero también ha traído cosas positivas, como enlazarnos a todos a través de las redes, dejarnos viajar a las casas de nuestros escritores favoritos y ver un pedazo de sus vidas, convivir con amigos que están muy lejos, participar en ferias, expediciones y museos que usualmente no podríamos conocer por la distancia. Hay libros gratis, cursos muy interesantes, charlas apasionantes… si pueden unirse, se van a divertir.
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