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Wish: El poder de los deseos, Disney celebra 100 años con un remix de su fórmula

La película Wish: El poder de los deseos combina una perspectiva actual con muchos de los elementos de sus primeras cintas.

Wish

El pasado fin de semana se estrenó Wish: El poder de los deseos, una cinta muy especial para Disney ya que celebra los 100 años desde la creación del estudio de animación que finalmente se convertiría en una de las más gigantescas compañías de entretenimiento. En este caso, se trata de una historia original que gira alrededor del punto principal de Disney: convertir los sueños en realidad.


En este caso, el proyecto estuvo a cargo de veteranos del estudio: la dirección está a cargo de Chris Buck, conocido por Frozen y Frozen II, junto con Fawn Veerasunthorn, quien trabajó en el departamento de animación en películas como Raya y el último dragón y Zootopia. En el guión tenemos nuevamente a Chris Buck junto a Jennifer Lee (Ralph el demoledor, Frozen, Zootopia) y a Allison Moore (Da Vinci’s Demons, Incorporated, Falling Water).


La película nos presenta un reino mágico donde el poderoso Magnífico (Chris Pine) guarda los deseos de sus habitantes y cada tanto existe la oportunidad de que uno de ellos se cumpla. La joven Asha (Ariana DeBose) admira esta noble labor y sueña con que todo mundo consiga cumplir sus deseos, como fruto de este anhelo, una estrella la escucha y decide acercarse y ayudarla a lograr su cometido, pero las cosas se complicarán cuando Magnifico decide que la magia de la estrella es una amenaza.


Un detalle divertido de esta película es que tiene varios easter eggs de las diferentes películas que Disney ha lanzado a lo largo de los años. Algunas son evidentes, otras más que evidentes y algunas requieren de estar atento o bien son más sutiles, como un concepto que te recuerda a algo. En cierta forma este juego se siente como una manera de interactuar con la nostalgia y los conocimientos del público, aunque en momentos también puede jugar en contra al dar cierta sensación de deja vú.


En lo personal, creo que la historia tiene sus altas y bajas. Wish siguen la misma línea que las historias más contemporáneas de Disney en donde la protagonista no requiere de un interés romántico, por lo que se enfoca más en la aventura. El mensaje de la película es interesante y se acopla bastante bien con el aniversario del estudio. Hasta cierto punto, la cinta busca el balance entre los tópicos tradicionales como la magia, los castillos y los reyes con los valores modernos.


No obstante, la película no se toma el momento de brindar escenas o situaciones que funcionen para empatizar con los personajes. De los seres queridos de Asha sabemos poco, siendo quizás su abuelo (interpretado por Victor Garber) el que tiene un poco más de peso en la historia y, por lo tanto, un poco más de trabajo con el personaje. En momentos, llegamos a conocer más de la historia de Magnifico y sus motivaciones que incluso los intereses de la protagonista, por lo que en momentos cuesta trabajo conectar con su aventura.


La música de Dave Metzger con canciones de Julia Michaels tiene buenos momentos, con un par de sencillos pegadizos y memorables, pero no estoy segura de que llegue a tener el mismo impacto que canciones como “Libre Soy” o “De nada” entre otras. Por su parte, la construcción de mundo se siente genérica, especialmente en el caso del vestuario, que pareciera carecer de rasgos que le puedan dar identidad.


Por otra parte, está el elefante en la habitación: la animación. De acuerdo con algunas entrevistas, se buscaba que el arte imitara al dibujo hecho a mano, algo así como una especie de libro viviente que nos recordara el estilo de los clásicos de Disney. No obstante, al momento de querer mezclar el 2D y el 3D de la manera en que lo han hecho películas como Spiderman into the Spiderverse o El Gato con Botas: el Último Deseo, esta idea pierde fuerza y en ocasiones definición o calidad. Si bien hay momentos en los que fluye naturalmente, hay otros en los que el movimiento se siente más artificial. Sin duda este es el aspecto en el que habrá un mayor debate en las redes.


En lo general, es una película entretenida y fácil de disfrutar en familia con un mensaje bastante positivo y un empeño por continuar creando historias originales a la vez que abraza el legado y la tradición que han puesto a Disney donde está hoy en día. No obstante, también se siente como un concepto que pudo ser más explotado y queda un poco tibio a la hora de plantear su conflicto y resolución. El tiempo y el público terminarán por decidir si se trata de una historia memorable o es momento de que Disney se reinvente. 


Andrea Rodriguez

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